Cuatro paisanos residentes en Bruselas cuentan su experiencia en la Torre de Babel del viejo continente; medio centenar de funcionarios europeos procede de la regiónEn la ciudad de los maletines y las corbatas, la política de 27 países gira en torno a una manzana: el área que concentra los edificios de las instituciones comunitarias. El corazón de Europa late en los pasillos del Parlamento o la Comisión, pero también en los bares, donde alemanes, españoles o franceses comparten barra al terminar la actividad de despacho para pedir una jarra de cerveza. La cerveza es, junto al chocolate, la mejor seña de identidad de Bruselas.En la ciudad de los maletines y las corbatas hay rostros extremeños. Medio centenar de funcionarios procedentes de la región trabaja en las instituciones europeas, según el dato manejado por la Oficina de Extremadura en la capital belga. Pero también hay otros extremeños que residen en la ciudad cuya vida permanece ajena a la actividad de la Unión Europea.La celebración del día de la región en Bruselas, que tuvo lugar el 9 de octubre en el Museo del Automóvil, reunió a un buen puñado de paisanos afincados en tierras belgas. La cita ha coincidido con el pleno del Comité de las Regiones (organismo de consulta de la Comisión Europea, donde tienen representación las 300 regiones de los estados miembro y los municipios), en el que ha participado el presidente de la Junta de Extremadura, Guillermo Fernández Vara, por primera vez desde que asumió la jefatura del Ejecutivo regional.Jesús González, Vicente Correa, José Manuel Chacón y José María Cruz asistieron a la cita. Un funcionario,un militar, un empresario y un periodista cuentan su experiencia en Bruselas.
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